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Ministerio de Hacienda y Tesoro y de Salud y Trabajo - Richard Holzer

1953-1956
Ciudad de Panamá
Éste edificio, concebido por Holzer, al inicio de una larga y fructífera asociación con Gustavo Schay, presagia las futuras realizaciones de la firma: extrema articulación de las masas, fuertes efectos dramáticos, confrontación de materiales contrastantes y la valoración tridimensional de las superficies.

En 1953 las instalaciones de aire acondicionado mecánico aún eran una novedad que se consideraba excesivamente costosa y lujosa y por ello, el programa de este proyecto para la sede de los ministerios exigía que debían funcionar sin esa "comodidad", a pesar del ambiente tropical húmedo panameño.

Como respuesta, se utiliza al máximo la ventilación cruzada, única manera de mitigar el calor mediante la colocación de los edificios en orientación perpendicular a la dirección de los vientos más frecuentes, y usando aleros inclinados que permitan mantener esa ventilación aún durante las lluvias torrenciales y protejan el interior de los edificios del sol tropical (ver esquema). Se producen persianas fijas a lo largo del edificio en ambas fachadas, interrumpidas horizontalmente por una franja de visión de vidrio claro, para cuya limpieza se diseña una repisa corrida sobre los aleros inclinados (esquema de paredes exteriores).

Un muro-cortina de acero, construido artesanalmente a falta de otros recursos, encierra la escalera - un eco del Bauhaus - . Un alto relieve se incorpora a la arquitectura en la entrada de uno de los ministerios, en tanto que el otro se caracteriza por un pequeño auditorio revestido de azulejos.





















Las manifestacionas artísticas de Panamá, tomo 12 - Erik Wolfschoon (texto)
Richard Holzer. Arquitecto (texto e imágenes)

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Calvin Stempel

La capacidad que tenemos de contemplar las obras de arquitectura se agudiza cuando vivimos en una ciudad como la nuestra, donde esperar encontrarse con una obra de arquitectura en el tejido urbano es como cuando de niño esperabas la tarde del sábado para ir a balancearte en los columpios del parque. Es por ello que (aunque acá se nos dificulte mucho hacerlo) recomiendo siempre las caminatas en la ciudad con intención de meterse por donde nunca ante caminaste (sensatez y precaución ante todo). Lo que sucede cuando llegas al cruce entre la  Avenidad Balboa y Calle 32 este  es algo parecido a la experiencia del desdoblamiento del transcurso espacio-tiempo, te detienes y en el simple acto de contemplación de la arquitectura notas sus balcones, sus aleros y el diseño profuso en cada elemento (hasta en los rejos del cajón de aire acondicionado), todo eso junto a la brisa fresca y eterna de la bahía que llena todo el volumen de solo 13 plantas, hace que dejen de transcurrir los 2000's

René Brenes

Fue humanista, maestro, poeta, ensayista y arquitecto, sí, de último arquitecto. De una cultura muy sólida, porque logró ser un hombre de grandes conocimientos. Nace en David, Chiriquí; Panamá el 7 de septiembre de 1916. Desde edad temprana demostró vocación por la música y las artes visuales. En 1935 con tan solo 19 años, viajó a Chile e ingresó en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile. Estudió dibujo académico y también, en el Conservatorio Nacional de Música de dicha facultad, estudió piano. Terminando el curso regular de piano, concursó y ganó el premio Orrego Carvallo para estudiantes avanzados. Circunstancias imprevistas que lo indujeron a abandonar la carrera de músico profesional y a ingresar a la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile, donde obtuvo el título de Arquitecto con los máximos honores. De regreso a Panamá en 1950, ejercíó la profesión durante cuatro décadas como miembro de la firma [De Roux, Bermúdez y Brenes] e individualmente.

Templo Votivo del Sagrado Corazón de Jesús

Raúl Godard, Adrián Guzmán y Miguel Fernández 1977 Barrio Francisco Peralta, San José, Costa Rica. La concepción volumétrica y la planta libre poligonal marcan una propuesta de vanguardia en la arquitectura costarricense en una época en que apenas estaban egresando los primeros arquitectos de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica. El templo originalmente lució un acabado de hormigón expuesto texturizado, pero, como ha ocurrido con muchas de las obras contemporáneas, en 1990 fue irreversiblemente alterado. Aunque el color que le fué aplicado resultó sobrio, fue una lástima que esta intervención no se pusiera en mano de los autores. El diseño del espacio interno se enmarca desde un nuevo paradigma, muy consecuente con el espíritu del Concilio Vaticano II, que propició un mayor acercamiento de los fieles al sacerdote. Como punto focal preponderante luce un crucifijo semi-incrustado en la pared, que produce un agradable juego volumétrico minimalista de figura y fond