álbum. Fanzine de Arquitectura Panameña
Proyecto editorial cuyo objetivo principal es el de compartir con la lectora/lector esbozos de las dinámicas que han de considerarse relevantes para el ejercicio, el análisis y la crítica de la arquitectura en Panamá. En estos primeros números "álbum" intenta rescatar las dinámicas que poco o nada son consideradas como arquitectónicas, es un ejercicio en el que el autor comparte las colecciones de lo que llama "la arquitectura que nadie ve".
La presencia estadounidense en Panamá, entre muchas otras cosas, trajo consigo que mantuviésemos acceso a recursos constructivos de relativa novedad a lo largo del siglo XX. Es así que en en los años 50 llega a nuestro país el bloque ornamental. Éste, un producto de los esfuerzos crítico-regionalistas de la arquitectura de la post-guerra en el sur de California, resultó un elemento de gran popularidad en nuestro trópico, en gran medida por su eficacia a la hora de ser un medio de transición entre el exterior y el interior del edificio, ya sea como piel, para apaciguar el efecto de los rayos solares al interior, o como un simple cerramiento.
El bloque ornamental actuaría entonces como dador de identidad a la arquitectura moderna, que aún, con todo el sentido de novedad y economía que podría representar, no se sentía propia. Sus decenas de versiones llenaban la carencia de personalidad de la nueva arquitectura, cuando refiriéndose a una necesidad del contexto tropical, perforaban módulos, elaborados mayormente de concreto o arcilla, con singulares patrones, para no dejar de tener contacto con el exterior.
El panorama de novedad de mediados del siglo pasado ha sido modificado tanto por el silencioso transcurrir del tiempo y la infección vegetal de los trópicos, como por el factor humano que va detrás del sueño tropical de la nueva modernidad - una tenaz adoración a los muros acristalados que contienen espacios cuya temperatura no supera los 17ºC-.
El devenir de estos elementos arquitectónicos de producción masiva ha ido cambiando, de manera que ahora les encontramos en los sitios más pueriles de las edificaciones, han dejado de tener
esa majestuosidad que proyectaban hace más de 40 años.
De esta manera surge Paisajes ornamentales, que registra, a través de imágenes, a estos módulos, cuyo atributo principal es enteramente decorativo, y las realidades en las que se ven inmersos hoy.
Este es un trabajo de contemplación, sin embargo lo que busca es repensar el uso del bloque ornamental, recordándonos cómo los valores del mismo siguen teniendo validez y cómo estos pueden
ser aplicados en el ejercicio arquitectónico actual, incluyendo tecnologías contemporáneas en su proceso de diseño, fabricación y producción.
De la constante e inherente observación a través del territorio, surge la idea de comenzar una clasificación seria de los bloques ornamentales, denominando a cada uno de acuerdo a sus atributos
formales, para que de esta manera exista una base de datos consultable de cuántos, cuáles y dónde podemos encontrar cada especie de bloque ornamental.
La nomenclatura de los bloques es binominal, la primera palabra, escrita en latín, describe la forma que posee la pieza e inicia con mayúscula y la segunda, menciona el materia del que está elaborado
y se escribe toda en minúsculas; ambas palabras son escritas en letra crusiva, de la misma manera que la nomenclatura que reciben los seres vivos. Este proyecto de investigación y clasificación
se desarrolla inicialmente en Panamá y recibe el nombre de Taxonomía Ornamental.
Modernistmo
Gestor: Héctor Ayarza | @ayarzah_
Texto: Benito de Gracia | @bendegracia
Investigación impulsada por José Isturaín en JiA
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